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Ubicados en la ruta U-99-V que une Ensenada-Cascadas, estos basaltos columnares conocidos como La Roca Abanico representan parte de los productos eruptivos tempranos del Volcán Osorno, expulsados entre 170.000 y 200.000 años atrás. Estas rocas se agrupan en la unidad basal de este volcán, compuesta por lavas y conglomerados volcánicos de composición basáltica con fuerte erosión glaciar (Moreno y otros, 2010). Estos autores indican que la emisión de las lavas habría ocurrido en un ambiente subglaciar, en los inicios de la construcción del actual edificio volcánico, en momentos en que se desarrollaba la Glaciación Santa María (entre 260 y 130 mil años atrás).
El enfriamiento relativamente rápido de estas rocas dio lugar a las características formas de disyunción columnar, que corresponden precisamente a fracturas de contracción por enfriamiento, dando esta peculiar forma geométrica.
Es el lugar ideal para comprender los procesos volcánicos ocurridos en Puerto Varas a lo largo de la historia, que han generado un paisaje único y cautivador en su belleza natural.
